viernes, 28 de junio de 2013

Bioarquitectura y eficiencia activa, la alternativa a las hipotecas del ladrillo 1ª Parte

La inversión más importante que hacemos en nuestras vidas es, sin lugar a dudas, la vivienda, tanto por su trascendencia económica como por su impacto en nuestra forma de vivir.

Aún siendo una inversión tan trascendente en nuestras vidas, son muchos los que cometen el error de fijarse únicamente en si cumple con sus mayores aspiraciones de "bienestar" y, por supuesto, en su precio, pero sin tener en cuenta otros aspectos económicos que son tanto o más importantes que el PVP, o las comodidades que ofrecen.

Con el siguiente pequeño relato de ficción (o no) quiero explicar a lo que me refiero.

Me llamo Neo, y mi mujer se llama Trinity, tengo 35 años, 2 niños, tengo trabajo con contrato fijo y parece que las cosas me van bien.

Tanto es así que he pensado en dar un salto cualitativo en mi "calidad de vida" y por ello quiero comprar un chalet con terreno independiente y piscina. Perfecto! por fin voy a cumplir con el "objetivo marcado".



Me van bien las cosas, pero tampoco como para echar cohetes, me he marcado un presupuesto "razonable" de 250.000€, obviamente necesitaré una hipoteca de 200.000€ ya que a duras penas he conseguido ahorrar 50.000€ en 15 años de trabajo.

Digamos ahora que encontrar una casa en el centro de la ciudad con 1.000m2 de parcela y por 200.000 es prácticamente imposible, por lo que decido aumentar mi "radio de acción".... al final he visto "buenas ofertas" a 35 km del centro, lugar donde trabajo. Total, nos está tan lejos, la publicidad dice que estás a 15 minutos del centro de la ciudad!



Finalmente llego a la "urba" de mis sueños, con zonas comunes ajardinadas, padel, tenis, salón para actos,.... por supuesto con servicio de jardinería y seguridad.



Has pagado 250.000€.... ¡¡¿¿sólo??!!


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